. La tierra

 El suelo del Priorat proporciona un carácter único de mineralidad a los vinos de esta denominación. Es un terreno árido, caracterizado por la presencia de estratos de pizarra llamada licorella.

El cultivo de la viña se realiza en terrazas o costers en las escarpadas pendientes de las colinas, a una altitud entre 200m y 700 m.

El Priorat tiene un microclima muy particular, con veranos secos y cálidos e inviernos fríos, con escasez de precipitaciones anuales y diferencias de temperatura entre el día y la noche muy altas. Las maduraciones son lentas y por ello obtenemos vinos con complejidad. En Porrera la influencia del clima mediterráneo está parcialmente neutralizada por los vientos. 
   
      . Porrera

      . Nuestros terruños



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